por Cecilia Della Croce / OCIOPATAS
Lo quiero ya es un genial musical argentino, galardonado con el Premio Hugo al Mejor musical del off en 2018, que vuelve en su tercera temporada a un espacio como el Galpón de Guevara, que por su onda industrial postmoderna es el ámbito propicio para esta fascinante maratón en clave de redes sociales, en la que vamos tras una zanahoria que siempre se va corriendo hacia el horizonte y nos queda cada vez más lejos como el espejismo del charco en la ruta.
Las historias de esta obra coral se entrelazan en una red donde confluyen los conflictos que atraviesa cada personaje: las relaciones de pareja, la competencia en el ámbito laboral, la preocupación por el dinero, los sueños y los deseos versus la realidad, la culpa, los miedos, el destino y la búsqueda de la felicidad. El resultado es un material, tanto el libro como las canciones, que no solo entretiene y divierte, sino que nos enfrenta a un espejo de nuestros propios planteos existenciales y cuestiona lo que tomamos como parte de la definición del mundo que nos toca vivir desde un planteo tan dinámico como inteligente.
La acción arranca con un despertador que nos zambulle en los avatares de un grupo de millenials, atrapados en la carrera cotidiana llena de estrés y adrenalina, en la que parece que siempre estamos volviendo al punto de partida, como un hámster trotando en la ruedita de su jaula. Cada uno tiene su propia rutina y lo que los une es que comparten un sistema, al mejor estilo Siri, un plan digital llamado ‘Estructura’ que es una suerte de voz de la conciencia 2.0 (Luis), pensado como un asistente omnipresente para organizarles la agenda y la vida, tanto laboral como amorosa con solo pagar por el servicio online.
Todo en Lo quiero ya funciona y atrae, de modo que la atención del espectador no decae ni por un minuto: desde el diseño escenográfico y de luces, la propuesta coreográfica y las canciones con banda en vivo, hasta el muy sólido trabajo actoral de un elenco de jóvenes talentos que puede moverse entre la comedia musical brillante sin perder la empatía a hacer un fragmento de “La casa de Bernarda Alba” sin fisuras. Todos merecen y se ganan una ovación, pero se destacan particularmente Lucien Gilabert, Karina Barda y Julieta Rapetta, divinas cantantes que tienen a cargo cuadros con muy buenas canciones que interpretan a la perfección.
¡Súper recomendable!
Opinión: Excelente.
https://ociopatas.com/2019/05/05/musicales-lo-quiero-ya-de-marcelo-caballero-y-martin-goldber/